martes, 2 de septiembre de 2025

Punto y aparte

Como habréis podido comprobar el martes pasado no hubo publicación. Digamos que me tomé esos días de vacaciones (en realidad es que me sobrevinieron los acontecimientos y, una vez más, no quise escribir un artículo mediocre a carreras). Tengo varios artículos a medias y me hubiese gustado tener finalizado uno de ellos para hoy, pero no lo haré. No lo haré porque estoy harto de ser tan exigente conmigo mismo, de ponerme tantos listones, y de ser tan ingenuo y creer que llego a todo. Así que he decidido terminar con esto.

Perdón, no me refiero a cerrar el blog, me gusta mucho hacer pausas dramáticas aunque solo tengan sentido en mi cabeza. Cuando empecé este blog estaba en un momento de mi vida diferente, tenía más tiempo libre, y no estaba tan inmerso en otros quehaceres relevantes. Quizá por eso se me ocurrió la brillante idea de publicar algo una vez a la semana. Y lo seguiría cumpliendo encantado, pero soy de esas personas que prefieren hacer pocas cosas bien antes que muchas mal. Así que he decidido espaciar los artículos en el tiempo y seguir publicando periódicamente cada dos semanas, y no todas como hasta ahora.

Siento mucho decepcionar a mis escasas lectoras y lectores con un artículo vacío de contenido que solo estoy utilizando para justificar mi sequía imaginativa (se nota que la ironía no es lo mío). También es útil escribir de vez en cuando para desahogarse, al fin y al cabo este espacio es personal, nadie me paga por escribir, y tampoco es que lo haga muy bien. Cualquier persona que me conozca sabe que lo que más me gustaría ahora mismo es tener tiempo suficiente para publicar un montón de cosas y seguir construyendo otras historias, pero servidor no puede dedicarse solo a una cosa, así que entre el trabajo y el tiempo que le dedico a la política (porque Abel podría salirse de la política pero la política no puede salirse de Abel), no puedo escribir tan a menudo ni con tanta fluidez como me gustaría.

En definitiva, que todo este rollo es solo para avisar a las pocas y encantadoras personas que me leen de que podrán seguir haciéndolo un martes sí y otro no, quizá así os resulte menos tedioso. Ojalá algún día sea capaz de poder escribir y encima que me paguen (una miseria) por ello, aunque me conformo con tener la estabilidad suficiente como para ponerme a escribir sin más en este espacio. Si os aburrís tenéis toda la libertad del mundo para revisar mis otros artículos, corregir mis innumerables erratas, proponerme nuevas ideas, y hacer aportaciones (acepto bizum). No me esperéis hasta el martes 16, nos leemos.


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