Me vais a perdonar que vuelva a incidir en el tema, pero la situación no deja de ser alarmante. Llevamos ya dos semanas viendo cómo el fuego arrasa con todo, dejando a personas sin hogar, a miles de animales sin hábitat, y a nuestra tierra cubierta de polvo y ceniza. Los vecinos no dan a basto, la ayuda que llega sigue siendo escasa, y los efectivos que siguen sobre el terreno están desbordados. Por si fuera poco, en mitad de este desastre no paran de sucederse los bulos sobre lo que está ocurriendo, y más aún sobre el por qué de esta situación.
Hoy sin ir más lejos he visto a bastante gente decir que los únicos que defienden el campo son los de VOX. Ese partido que en el año 2022, después del incendio de la Sierra de la Culebra, votó en contra de que se implementara durante todo el año (y no solo en verano) el plan de prevención de incendios. El mismo partido que defiende a capa y espada instalar macrogranjas en Castilla y León cuando no solo son perjudiciales para el medioambiente, si no que generan un problema directo frente a la ganadería extensiva, esa que sí ayuda a desbrozar los montes. También son ellos quienes dicen que la culpa de que los montes estén descuidados es de los "ecologetas" y de la demoníaca agenda 2030, cuando la ley de montes establece la obligatoriedad de limpiar los mismos para prevenir incendios. Son las comunidades autónomas, junto con los ayuntamientos, quienes deben gestionar esta limpieza y garantizar una actuación adecuada que no se está llevando a cabo.
No es cierto que esté prohibido limpiar los montes, de hecho es una obligación de las administraciones que por desgracia no se está cumpliendo. La Junta de Castilla y León se sigue negando a tener trabajadores activos durante todo el año realizando este tipo de tareas que son imprescindibles para la prevención de los incendios y la conservación de nuestro entorno natural. ¿Cuántos pueblos más se tienen que quemar para que se actúe en consecuencia? No harían falta tantos bomberos si quienes deben gestionar los montes lo hiciesen adecuadamente, en vez de escurrir el bulto con bulos que engañan a quienes más están sufriendo las consecuencias.
A pesar de que esta materia sea competencia autonómica el Estado también tiene parte de responsabilidad, pudiendo el ministro del interior declarar el nivel 3 de emergencia para gestionar la situación que asola nuestras provincias ahora mismo. Tanto PP como PSOE parece que son incapaces de dejar sus luchas partidistas atrás por el bien común de la ciudadanía, tensando cada vez más una cuerda que a los ciudadanos ya nos llega al cuello. No estamos en campaña electoral, nos estamos jugando la vida por salvar lo poco que nos queda. Entre quienes no quieren gestionar, y quienes aprovechan la situación para verter bulos y desinformación, nos está quedando un marco político lamentable que ojalá cambie pronto.
Ahora mismo estoy demasiado cabreado como para poder decir nada bueno. Lo único que deseo es que llegue ya la ayuda a todos los pueblos que la necesitan, y que el fuego no arrase ni una sola casa más. Mientras tanto seguid difundiendo todos los grupos de ayuda que hay activos ahora mismo, porque si no es por la gente de los pueblos ya no quedaría nada que quemar.
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