martes, 15 de abril de 2025

Un pasito p'Alantre

En vista de que sois cuatro gatas y gatos quienes me leéis más a menudo (desde aquí os mando un abrazo gigantesco) hoy voy a hablaros de un tema personal del que normalmente no suelo dar explicaciones, pero me apetece hacerlo público porque es bueno hablar de los proyectos en los que te involucras y que forman parte de ti.

Hace unos meses decidí dar un paso y adentrarme de lleno en un proyecto político en el que hasta ese momento simplemente había colaborado de forma ocasional. A poco que me conozcáis sabréis que esto de la política no es nada nuevo para mi, con 20 años entré en la agrupación local de Izquierda Unida en Boñar, donde aún sigo echando un cable cuando puedo. El caso es que este nuevo partido me llamó la atención desde el principio. Defendía todas las posturas ideológicas con las que yo me identifico, y además la autonomía del País Llionés, algo que hasta ahora solo había defendido abiertamente UPL. No voy a entrar en detalles sobre este concepto, ya hablaremos de ello en otra ocasión.

En definitiva, que por primera vez encontraba un partido político con el que me sentía identificado casi por completo, y eso que soy bastante exigente en este aspecto. Después de darle muchas vueltas comprendí que si la montaña no iba a Mahoma, Mahoma tendría que ir a la montaña. O dicho de otro modo, que todos los años en los que me esforcé por intentar que IU se abriese a apoyar abiertamente la autonomía no habían servido de gran cosa, y que quizá debería aprovechar esas fuerzas para trabajar internamente en un partido que sí lo hacía, y no intentando cambiar de parecer a otro. Este cambio no fue muy complicado ya que nunca estuve afiliado a Izquierda Unida. El Abel de hace unos años consideraba que no debía afiliarse a un partido político con el que no estuviese de acuerdo en todo, y por aquel entonces creí que nunca sucedería, hasta que apareció Alantre.

A todo esto, y a pesar de todas las críticas constructivas que he hecho sobre Izquierda Unida, nunca jamás he dado de lado a mis compañeras ni lo haré a pesar de estar ahora en otro partido. Si entré en IU fue porque realmente creía que podría cambiar las cosas desde dentro, y sigo creyendo que hay gente muy buena y con mucho potencial en este partido. Pero se me hacía cuesta arriba asumir que las decisiones importantes de agrupaciones provinciales de un partido estatal tuviesen que tener el beneplácito de las sedes centralistas que no siempre saben ponerse en el lugar de quienes sufrimos a diario los problemas concretos de determinadas provincias. Aún así le debo mucho a Izquierda Unida y estoy muy agradecido, es un partido que al menos sabe cómo y cuándo hacer autocrítica, y eso es algo que no se ve a menudo en política.

Desde que estoy en Alantre siento como si formase parte de algo mucho más grande e importante, puedo ser yo mismo por completo, y todas las horas que dedico a trabajar conjuntamente con mis compañeras y compañeros merecen la pena. Es cierto que intentar impulsar un partido nuevo en un lugar que cada vez pierde más población parece una locura, pero siempre será mejor que quedarse esperando a que todo cambie sin hacer nada. Y si algún día esta andadura termina al menos tendré la satisfacción de haber podido poner mi granito de arena intentando hacer de este mundo un lugar mejor.

Nada de lo que os acabo de contar era secreto, pero me parecía oportuno aclarar las cosas y dar explicaciones sobre cómo me siento y por qué he tomado estas decisiones. Para mi la política es una parte fundamental de mi vida, aunque muchos piensen que lo único que quiero es vivir de ella (nada más lejos de la realidad). Pero nunca me conformé con intentar cambiar las cosas haciendo solamente algo tan simple como meter un papel en una urna. Ser parte activa del cambio no es fácil, y a menudo caes en contradicciones contigo mismo, pero si no luchamos por aquello en lo que creemos no nos queda nada, y yo personalmente no estoy dispuesto a darme por vencido.



No hay comentarios:

Publicar un comentario