martes, 25 de marzo de 2025
Monárquica dictadura
martes, 18 de marzo de 2025
Amigo, date cuenta
martes, 11 de marzo de 2025
Las citas
martes, 4 de marzo de 2025
El que no corre vuela
Como habéis podido comprobar el pasado martes no publiqué nada, a pesar de haberme puesto la meta de cumplir cada semana aunque lo que escriba sea un artículo flojo. ¿Me van a pagar por ello? Bueno, suerte tengo de momento de no tener que pagar yo por escribir (lo que me faltaba a estas alturas). Lo pasé por alto y decidí retomar la tarea el martes siguiente. Tengo varios artículos a medias que he intentado terminar estos días pero no he sido capaz, hay algo que me bloquea y no consigo encontrar la inspiración.
Esta tarde entendí por qué, o al menos he interpretado cuál puede ser una de las causas. Salí de casa para ir al trabajo sobre la misma hora de siempre, pero llegué 5 minutos antes. No entendía qué había pasado y de repente me di cuenta de que había ido demasiado rápido, pero no tenía ninguna prisa. Esto os puede parecer demasiado absurdo pero entonces me puse a pensar que últimamente voy acelerado a todas partes, que estoy intranquilo, que me obligo a tener que llegar a todo aunque no pueda y que mi tiempo tiene que ser productivo.
Después de un rato recordé todas las sesiones en las que había trabajado la ansiedad con mi psicóloga (servidor ya es perro viejo en esos menesteres) y me sentí estúpido por haberme dejado llevar por ese ritmo frenético de tener que estar pendiente de todo y sentirme responsable hasta de aquellas cosas que ni si quiera están bajo mi control. Ese "runrun" que no cesa ni cuando descansas, esa preocupación por hacer siempre las cosas bien, y la manía de sobrepensar sobre lo que podría o no suceder en un futuro cercano son alertas que deberían preocuparnos y hacer que tiremos del freno de emergencia.
Recuerdo que una vez hablando sobre la ansiedad nos preguntaron qué era lo que más nos afectaba de esta. Y muchos respondimos lo mismo; la pérdida de memoria. Cuando la ansiedad no cesa y no puedes controlarla durante un periodo de tiempo prolongado es habitual tener pérdidas de memoria, a veces demasiado preocupantes. Una de las cosas positivas de haber trabajado mucho estos problemas con una psicóloga es poder detectarlos a tiempo para reaccionar.
Soy consciente de que muchas causas de este ritmo frenético las tiene el sistema que nos somete a ser simples engranajes de una sociedad que te obliga a producir hasta quedarte sin fuerzas, y eso es algo que no podemos cambiar de forma individual (organícense que la lucha será colectiva o no será). Pero en la medida de lo posible intentemos controlar ese tiempo libre que tenemos, disfrutar de lo que hacemos, prestar atención a nuestros seres queridos, y no dejar de lado nuestros hobbies independientemente de que los hagamos 'bien o mal' (que me guste escribir no significa que lo haga bien o como a la gente le guste).