Hoy quiero hablaros de uno de los temas que más me preocupa últimamente y que por desgracia en mi tierra cada vez es un problema mayor. Como persona que se preocupa por el medioambiente me hierve la sangre tener que soportar la hipocresía de las instituciones públicas y empresas privadas que anteponen 4 duros siempre por encima del interés general y de los entornos naturales. Por desgracia hay tantos ejemplos de este tipo que podría escribir un libro solo de ello, pero aquí os dejo algunos cercanos.
La empresa Repsol planea instalar dos parques eólicos en la Sierra de Gistredo y el Alto Sil, en la comarca de El Bierzo. Este cónclave natural es hábitat del oso pardo y del urogallo, especie protegida que está en peligro crítico de extinción. Los alcaldes de Bembibre, Igüeña y Noceda han dado el visto bueno a este proyecto porque consideran que el dinero es más importante que el bien más preciado que tienen en su tierra, la flora y la fauna. Las vecinas y vecinos de la zona, así como varias plataformas de asociaciones y algunos partidos políticos ya han mostrado su rechazo absoluto ante este despropósito, y están pidiendo firmas para presentar alegaciones contra el proyecto. Podéis obtener más información aquí.
En San Justo de la Vega (León) la Junta de Castilla y León pretende construir un macrovertedero con capacidad para cinco millones de toneladas de residuos industriales, de los que al menos el 20% serían peligrosos. Se ubicaría, para más inri, entre dos arroyos, contaminando millones de litros de agua superficial y subterránea, y cuyo impacto medioambiental (aún en trámite) perjudicaría a los habitantes de este lugar que ya llevan tiempo manifestando su malestar por este proyecto que, espero de corazón, no salga adelante.
La reserva natural de Lagunas de Villafáfila, en Zamora, también está en grave peligro debido a una planta de hidrógeno 'verde' que pretende extraer 117.000 metros cúbicos de agua de los acuíferos que descargan en estas lagunas. Este paraje natural es fundamental para el ecosistema de la zona y parada de miles de aves migratorias, albergando la mayor población de avutardas del mundo. Todas estas aves pueden verse gravemente afectadas por el expolio de millones de litros de agua que utilizaría esta planta de hidrógeno. ¿Podemos llamar verde a un proyecto que atenta contra la biodiversidad de una zona? Yo desde luego no me atrevería a tanto. Podéis leer más sobre ello y firmar una petición para proteger este lugar aquí.
El cuarto y último ejemplo que quiero compartir afecta directamente a una localidad de mi municipio, concretamente al pueblo de Oville en Boñar. Hay una empresa interesada en reabrir una mina a cielo abierto en el monte de este pueblo, cerca de las casas de los vecinos que podrían verse afectadas por la actividad de esta mina. Por desgracia estos vecinos conocen bien los problemas que genera este tipo de actividad, ya que actualmente hay una mina activa en la localidad de al lado (Valdecastillo), que ha provocado en reiteradas ocasiones problemas a los vecinos. Todo esto con el beneplácito del ayuntamiento, cuyo alcalde asegura que este proyecto es bueno porque genera riqueza y trabajo. ¿Pero cuánta riqueza hace falta para silenciar a los vecinos de un pueblo que jamás se ha visto beneficiado de tener una mina al lado de sus casas? Si la mina que ya hay activa no ha conseguido jamás paliar las consecuencias de la despoblación, ¿por qué esta iba a ser diferente?
No tengo fuerzas para seguir poniendo ejemplos de algo que me parece un atentado contra el medioambiente y, en ocasiones también contra los habitantes de estos lugares. Estoy cansado de que llamen verde y sostenible a todo proyecto que para llevarse a cabo arrasa con la fauna y flora de miles de hectáreas a su paso, de que siempre sean los mismos lugares (en este caso ejemplos de la Región Leonesa) los que sufren las consecuencias, todo para que esa falsa riqueza que se genera acabe a cientos de kilómetros. Nuestra vida no vale menos que la de los demás por estar en tierras que empresas y entidades públicas consideran de extracción, y vamos a luchar hasta que no nos quede aliento para protegernos de toda amenaza contra nuestra biodiversidad.
Hola, deplorable lo que cuentas. Probablemente (y supuestamente) todos esos políticos que están aceptando esas barbaridades es porque están bien engrasados con dinero corrupto y solo miran su egoísmo, nada más. Una pena.
ResponderEliminarUn abrazo. 🤗